Un seguro de vida es para que tus beneficiarios reciban una suma de dinero cuando fallezcas y un seguro de vida vinculado a una hipoteca te asegura el pago de la deuda hipotecaria, en caso de fallecimiento del titular, de forma que, gracias al seguro de vida para hipoteca, esta queda pagada y tus familiares no tendrán que hacer frente a esa obligación.